divendres, 19 d’octubre del 2007

Em vaig posar tan nerviosa quan el vaig trobar, que, tot i faltar-me una quarta part encara del mercat de Sant Antoni per recórrer, vaig anar rabent a casa per poder-me'l mirar amb calma
Això és literatura avançada, eh! - em va dir el llibreter, que se li escapava el riure
Sí, mira, buenu! - vaig respondre, amb la meva eterna falta de respostes coherents i indicades

vet-lo aquí


Limpiaba las zanjas y las canalizaciones, quitando todos los desechos y cuanto el agua había depositado. Nunca tuvo casa ni apellido ni profesión determinada. Comía donde le venía bien, de pie o andando, dormía en los graneros, vestía con los harapos más diversos que los demás le daban. Cuando todavía era un niño perdió el ojo izquierdo. Raro, valiente, feliz, truhán y gran bebedor, rendía tantos servicios a la gente de la ciudad, proporcionándoles la oportunidad de bromear, como cuando trabajaba para ellos.
En torno al Tuerto se habían reunido algunos muchachos, hijos de comerciantes, que reían y le dirigían bromas groseras.
El aire estaba perfumado por el aroma del melón y del café tostado. El sol se había puesto, pero aún no se veía la gran estrella que brilla encima de Molievnik. En semejante momento, cuando las cosas más corrientes pueden adquirir el aspecto de visiones llenas de grandeza, de temor y de una significación particular, aparecieron sobre el puente los primeros refugiados de Ujitsa.




Un puente sobre el Drina. Ivo Andrić






Aquest llibre è veramente una meraviglia (i ho dic amb italià i així em faig la xula). Quina gran troballa, mare meva!!